Diciembre 14, 2017

Crónicas de Cristóbal VV

Cristóbal en Paris

Paris vista por un arquitecto

La belleza de París es indescriptible. La forma y baja altura uniforme de las edificaciones, los colores pastel, gris y negro de las fachadas, los complementos de puertas, ventanas y balcones, la ausencia de ortogonalidad en las calles, el ondular del río Sena entre la trama urbana, los andenes con mesitas en muchos sitios, los nombres poéticos de todo, Montmartre, la torre Eiffel, los campos Elíseos, … Pero lo que más me gustó, cuando lo entendí, fue la integración del desarrollo de la parte nueva de grandes edificios modernos con el París clásico.
47- El Gran Arco de la Defensa de París

Desde la pirámide vidriada de Pei del museo del Louvre nace una línea recta de 3,5 kilómetros hacia el occidente, que va hasta el Arco del Triunfo que todos hemos oído mencionar, pasando por el Arco del Carrusel, el Jardín de las Tullerias, la Plaza de la Concordia y los campos Elíseos. Esta línea se prolonga otro kilómetro hasta el boulevard periférico, donde termina el París viejo. El nuevo sector de la Defensa (1980), centro de desarrollo financiero, empresarial y comercial, se integra con el París clásico prolongando el eje anterior otros cuatro kilómetros y rematando en el Gran Arco de la Defensa, imponente edificio que se contrapone al Arco del Triunfo y desde los cuales se divisan ambos. Es un concepto urbano y arquitectónico a gran escala a partir del cual se lee la “ciudad luz” con todos sus vericuetos. Pero lo que les quiero mostrar es precisamente el Gran Arco de la Defensa. Este edificio surgió de un concurso internacional de arquitectura que ganó el danés Johan Otto von Spreckelsen entre 424 proyectos participantes y se inauguró en julio de 1989, en el bicentenario de la revolución francesa. Además de su simplicidad y pureza, tiene la fuerza para mostrarse como la versión moderna del Arco del Triunfo. Es un hipercubo casi perfecto, con 110 metros de alto, 108 metros de ancho y 112 metros de profundidad, con un hueco en el centro y una altura de 35 pisos (el edificio Coltejer tiene 36). Quiere decir que la terraza del techo tiene más de una hectárea de superficie (12.096 m2). Allí funcionan dependencias gubernamentales. Curiosamente, el edificio no es perpendicular al eje de ocho kilómetros al que le da remate, sino que está ladeado 6,3 grados. Se argumenta que fue necesario este giro para evadir con la cimentación la línea del metro que pasa debajo. También se dice que este leve desvío permite resaltar su volumetría desde la distancia sobre el eje urbano. Yo creo más este último concepto. CVV
Cristobal Val

Cristobal Val

Este es el texto de la etiqueta Figure de diseño

Cristobal Val

Gran arco de la defensa

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Desde el Arco del Triunfo

Oscar
Cristobal Indiscutiblemente para ver tanto detalle tienes que ser arquitecto Yo vi Paris con otros ojos me encantó la elegancia de sus mujeres después de el museo de Louvre, la Catedral de Notre dame y la bella Sorbona,tendré que volver contigo tendría un gran aprendizaje. Muchas felicidades y Gracias por compartir tus experiencias.
Adonaí
[18:56, 4/12/2017] +57 316 7122764: Primo eso es saber viajar y contar sus experiencias y modos de ver las ciudades. Felicitaciones primo. Oscar muy acertado tu comentario.

Un Paisa en la Capital

48- ¿Usaquén?:

Antes de llegar a vivir a Bogotá, en mis viajes desde Medellín para visitar sucursales del BIC, me desplazaba por todas partes en taxi. Utilizaba también el transporte con particulares que el banco ponía a nuestro servicio, sobre todo si había que inspeccionar varios locales durante un día entero. Cuando me radiqué allí con la familia, ya jugaba de local y por tanto debía usar mis propios medios para moverme. En ése entonces, en 1989, también habían “trancones” (léase“tacos”) a pesar de circular menos vehículos en las calles de la capital, porque no existían pasos elevados con viaductos, ni deprimidos, ni intercambios viales. Los pocos puentes eran estrechos por lo que se formaban embudos vehiculares con la confluencia en ellos de varios carriles de las avenidas. El pequeño automóvil Sprint que poseía, lo utilizaba para ir a la oficina y volver a la casa en las noches. Si había que hacer una vuelta en tiempo laboral, decidí que utilizaría los buses urbanos. Aunque hoy la capital y sus gentes son muy diferentes, el Bogotá que nos recibió en esa época era bastante feo y la gente que lo habitaba, muy huraña. El paisaje en general era gris, por las tejas de los techos, las culatas de los muros de las edificaciones recubiertas con una brea negra, los huecos en las calles de los barrios llenos de agua pantanosa, la lluvia constante y los charcos que se forman en las vías, los buses y los autos siempre sucios, las supuestas zonas verdes de las avenidas con matorrales, escombros, llantas y desechos; el asfalto de las vías sin líneas de demarcación y sin recorte en un reborde que lo defina, cantidades de carros viejos destartalados circulando, los cuellos sucios de las camisas blancas de la gente ordinaria de saco y corbata…, y para acabar de ajustar, nos tocó el paro de la EDIS y la consiguiente inundación de basura. Todo lo anterior cobijado por un cielo gris plomo que introvierte el alma, nublado a toda hora. Bogotá era aburridora para propios y extraños; los mismos habitantes no sentían pertenencia por ella. Cuando se llegaba al destino en viaje de trabajo y se saludaba a un “rolo”, una pregunta recurrente era, -“Ala, ¿te vas a demorar en Bogotá? Y la respuesta también recurrente del paisa, -“Sí, claro. Hasta por la tarde”.
Cielo Bogotano

[12:05, 10/12/2017] Cristobal Val: Fuera de Unicentro no había más centros comerciales y la atención de los vendedores, pésima (todavía no había llegado el Éxito). Las líneas telefónicas eran escasas y muy caras. Casi toda la gente, hombres y mujeres, vestían de negro y con ropas formales tipo sastre. Para saber que era sábado bastaba con mirar al cachaco de siempre, con el mismo atuendo de la semana, simplemente ese día no se ponía la corbata.
Lo que más extrañamos en diciembre mi familia y yo, fueron las luces navideñas. Ése espíritu no existía y los días se parecían a los de cualquier otro mes. Sin caer en cuenta que era siete de diciembre, íbamos en la noche en el sprint por el barrio San Fernando y Daniel, de cinco años, señaló: -“papi, en esa casa vive un paisa”. –“¿por qué lo sabes Dani?”. –“porque está prendiendo velitas”. Volviendo al cuento, llegó el día en que tuve que ir a Usaquén a analizar la prefactibilidad de un local para una sucursal en el sector; un compañero de trabajo me indicó qué número de ruta de bus debía tomar en la carrera décima con calle 16. Me paré allí a esperar. El volumen de buses era tal que no todos podían orillarse contra el andén. La gente le hacía señas al de su ruta levantando y agitando la mano, así viniera por los carriles del centro, este paraba y había que abordarlo por entre los demás carros en movimiento. Puede decirse que por la décima pasaban todos los buses de Bogotá al mismo tiempo.
Llevaba un buen rato tratando de leer en las tablas del vidrio panorámico el número de mi bus sin lograr encontrarlo, cuando paró uno donde yo estaba esperando y quedé frente a frente con el chofer. Le pregunté, -¿Usaquén?, y él me contestó, - ¡Suba! Me subí. Como no era hora pico, había silla disponible para sentarme. Me fui “ventaniando” y reconociendo muchos lugares por los que ya había pasado en ocasiones anteriores y a la vez descubriendo nuevas imágenes y sensaciones de la gran urbe. Luego de casi una hora, el chofer me dijo que la ruta había terminado. Le pregunté, -¿Esto es Usaquén? y me contestó, -No, ¡esto es Suba! CVV
Trancones en Bogotá

[13:10, 10/12/2017] Hector valencia ceballos: Ja ja ja ja, excelente? Parece un chiste, o lo era ? Ya puedo decir que conozco Bogotá de los ochentas. Me encanta tu Narrativa .
Un Abrazo
[13:11, 10/12/2017] Cristobal Val: Mi vida es todo un chiste, primo.
Un abrazo
[13:12, 10/12/2017] Hector valencia ceballos: Si, ya veo
[8:14, 11/12/2017] Talketa: Jajajajaj que buena historia
Un abrazo
[20:08, 11/12/2017] +57 316 7122764: Primos buenas noches tengan ustedes, estoy muy contento leyendo las amenas y divertidas crónicas de Cristobal y los acertados comentarios de ustedes, sera que el Primo Cristobal me autoriza subir algunas a mi proyecto de pagina
www.adonaivalencia.com
Espero sus comentarios.
Un abrazo.
[20:22, 11/12/2017] Cristobal Val: Hola primo Adonaíl. La flecha disparada ya no pertenece al arquero. Mis historias son también de ustedes, mi público objetivo; es por ello que estás en libertad de hacerlo.
Un abrazo
[20:29, 11/12/2017] +57 316 7122764: Gracias primo!!! Cuando la actualice te mando la ultima sobre Bogotá
Un abrazo.